LOS BUENOS PARA HACER EL BIEN, LOS MALOS PARA HACER EL MAL

(HABLA DIOS PADRE)

A eso hemos llegado, Pequeñita. Cada quien hará lo que le es propio. 

Las naturalezas, las formas de ser y de hacer se han delimitado y definido, así que no esperéis milagros en el actuar de las personas. Ved como habréis sido a lo largo y ancho de vuestras vidas, y si fue a hacer el mal -PERO SIN UN CAMBIO DE CONVERSIÓN, ES DECIR DE CORAZÓN- los malos seguirán en lo suyo; los Buenos, también.

El pie tropezará con más facilidad: Las trampas son numerosas y no están a la vista, sino escondidas bajo la tierra para que cuando paséis os atrapen.

Pequeños, en estos Últimos Tiempos, os lo he dicho, no queda nada inocente, ya casi ni Mis Niños  lo son. Muy pronto en sus viditas comienzan a corromperse, a pervertirse. A los niños que conserven su inocencia. Cuidad, como a su alma misma, lo que dejéis que haga contacto con ellos, no corrompáis a vuestros hijos con sus gustos y actitudes mundanas, y sobretodo no los alejéis de Mi Casa. Por eso os digo: cuidad vuestras palabras, que no vayan cargadas de hierro y dureza; cuidad vuestros hábitos que los pequeños os imitarán; cuidad lo que decís frente a ellos que todo lo escuchan y entienden mucho más de lo que vosotros creéis.

Cuidad lo poco que tengan cerca de Mi Divina Creación como un gesto de amor a ella y de Respeto a Su Padre Amado.

Pequeños, no os despeguéis del bote en el que navegáis, porque el oleaje se acrecienta y si no estáis bien apresados en vuestros lugares podréis caer por la borda.

Todas estas precauciones que os damos, creedlo, son necesarias en estos tiempos.

A Mi Iglesia y a Mis siervos no los critiquéis ni los juzguéis con medida humana, que ellos no están para agradar a los hombres. No emitáis opiniones despreocupadas sobre Mi Iglesia, que con sus bocas la dañáis de maneras irreversibles.

Callad frente a los temas que se discuten con ignorancia y soberbia, no participéis de ello, de la misma manera que no participaríais de un banquete envenenado.

Son tiempos de guardarse uno mismo en palabra pulcra y en oración.

Aprovechad el tiempo que os resta para reconciliaros Conmigo, Pequeños, que no saben ni lo que se avecina ni en donde.

Estad, más bien, pendientes de no ensuciar vuestro actuar ni vuestra alma que ha sido limpiada: no saldréis más que a ensuciarla al mundo.

Si yo os comando una acción: Hacedla, con sencillez y obediencia.

(HABLA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO)

(JESÚS, EL CRISTO, viene como pescador de hombres)

Pequeñitos Míos, Pequeña:

No despreciéis el tiempo que tenéis en bagatelas. Trabajad trabajad trabajad para el Cielo, que es tiempo final y valiosísimo.

No dejéis de orar, de interceder y de manteneros limpios.

Si pecáis corred a los confesionarios y haced la penitencia.

Manteneos cerca de El Padre Amado que os sabrá cobijar y proteger.

Esto os lo hemos dicho miles de ocasiones, pero Mis Pequeños lo olvidan con facilidad, por eso, conociendo vuestra naturaleza olvidadiza, os lo volvemos a recordar: Manteneos prestos (*) y cerca del mástil de la embarcación, no andéis despreocupados rondando por las orillas que podréis caer en un descuido.

Manteneos firmes  en la Fe, seguros en vuestra Confianza y abiertos en su Amor al Cielo, que es lo mismo que la Santísima Trinidad.

(HABLA NUESTRA SANTÍSIMA MADRE)

No andéis, Pequeñitos, buscando novedades. Ya sabéis, a estos tiempos, quienes os pueden guiar con Verdad y quienes no.  Así, pequeños, que no andéis buscando novedades, más bien estad enterados de los acontecimientos, pero sin repentinamente mudar de guía, que eso sólo restará a vuestra salvación. Rezad por aquellos que son guía y luz en estos Tiempos para que Nuestro Amado Padre Creador e Hijo Amado Redentor les de las fuerzas para mantenerse en pie durante toda la Gran Tribulación que se os ha venido encima.

(*)presto1, ta. (Del lat. tardío praestus). 1. adj. Pronto, diligente, ligero en la ejecución de algo. 2. adj. Aparejado, pronto, preparado o dispuesto para ejecutar algo o para un fin. 3. adv. t. Luego, al instante, con gran prontitud y brevedad.

HDDH

Marzo 17

Año del Señor 2013

Y María del Getsemaní

 

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