QUEDAOS CERCA Y VERÉIS LAS MARAVILLAS DEL SEÑOR

(HABLA DIOS PADRE)

Ven, Pequeñita, que estás sola, estás triste y te están haciendo dudar de tu propia cordura. Las críticas acérrimas aun no han comenzado, haced oídos sordos de ellas, que son dardos incendiarios del enemigo. Centraos en el Amor, en la Fe, en la Esperanza. El Cielo mucho espera de vosotros y no cesará de ayudaros, de amonestaros y sobre todo y de manera inconmensurable de AMAROS. 

No dejéis espacio para que entren las alimañas a vuestra alma, entran como DUDA y de ahí, si vosotros no os defendéis, van carcomiendo el alma, como una infestación de insectos, de langosta, sobre la buena cosecha. No juguéis con los críticos que os atacan. Cerrad esas puertas y concentraos. Os advierto los que quieran jugar el juego de los inteligentes, caerán porque el intelecto es la espada del que defiende al ego, a la soberbia; el fruto del espíritu es la Paz, no os dejéis arrebatar la paz a menos que vuestra Salvación este en juego.

Quien habla con Dios, quien lo escucha es quien VERDADERAMENE tiene algo que Decir, porque es El Cielo quien os habla. Escuchadlos, Pequeños Míos, que esta Gracia se os da por ser necesaria para la humanidad. No dejéis a Mis Místicos y a Mis Profetas: seguid sus huellas hacia el Cielo, que para eso os las dejan sobre la arena..

Verán muchas más huellas y tendréis tentación de seguirlas, serán más llamativas y os aplaudirán si lo hacéis, pero os digo, únicamente van hacia el despeñadero.

Cerrad puertas y ventanas a la falsedad, no la oigáis, que sois muy pequeños y os van a confundir. Dejad las críticas fuera y entrad a vuestro interior a orar, a platicar con El Cielo que El Cielo os escucha, Pequeños.

No seáis soberbios, mas bien sed humildes y sabed que el tiempo es ya.

Así como en otros tiempos que Mis Profetas Me han pedido que no envíe las calamidades, este tiempos no es distinto; pero no puedo oír y hacer caso de lo que Me pedís porque ya el tiempo está en contra de Mis Hijitos; son más los que con el paso del tiempo se pierden, que aquellos que retornan al Hogar, por eso os decimos:

La tormenta se avecina: Cerrad puertas y ventanas y resguardaos. No estéis planeando para el futuro, que este es grandemente incierto para vosotros. Encerradse del mundo, refugiadse en María Santísima, no salgáis sin pedir a vuestro Amado Protector San Miguel Arcángel su guía, su espada, su protección y haced caso a los avisos que del Cielo se os hacen llegar.

Dejad los ídolos, aquellos hombres que se han entronado y gozan de verse adulados e idolatrados por multitudes. No los aduléis, no los sigáis, que es ofensa al Cielo, que es ofensa a Mi Amadísimo Hijo Jesucristo.

Regresad a la simplicidad en vida, en costumbres, como si vivierais en un pequeño pueblito. Vivid con sosiego, en calma. Dejad las prisas. Llevad a Mis Hijitos a Mi Amadísimo Hijo Jesucristo Rey de reyes y Señor de señores.

Es más hacer un acto pequeño de arrepentimiento por vuestros pecados, que construir imperios. No gastéis vuestro tiempo, que es Mi Tiempo, es bagatelas del mundo: Sed sencillos, sed amorosos, propagad, con vuestra presencia, el Reino de Mi Hijo: Sed testimonio de ello, que es AHORA, Pequeños, cuando más falta hacéis a los Cielos.

Muchos de vosotros habéis tenido años y tiempos para dedicaros al mundo, a vuestros negocios y vidas, ahora os lo pedimos: Dedicaros al Cielo por el tiempo que os resta. Os lo pide, os lo solicita Vuestro Padre Amantísimo que Siempre ha estado y estará ahí para vosotros. No desestiméis Mis Santos Llamados.

Amen, Padre, amen

Así sea, Pequeña, así sea

(HABLA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO)

Ovejitas de Mi Grey:

Soy Vuestro Divino Pastor, Su Señor, Vuestro Amigo. No os canséis de trabajar para El Cielo que la labor es ardua y son pocos los obreros. Dadlo todo por El Cielo que el Cielo sabrá recompensaros llegado el momento de levantar la cosecha, seguid sembrando hasta con vuestro último aliento. No queráis ver fruto ahora, en medio de la tormenta.

Dejad semillitas de fe, de amor, de esperanza; la Buena Semilla, que es la Mía. Dejadla a donde quiera que vayáis. No despreciéis ni una sola ocasión de ayudar a vuestros hermanos, de mostrarles a Su Divino Pastor, Su Señor, Su amigo.

Ninguna obra de Misericordia es pequeña a los Santos Ojos del Señor y el hambre es grande y la sed lo es.

(HABLA NUESTRA SANTÍSIMA MADRE)

Pequeñita, vosotros, los que lleváis una Misión  Grande estáis fuertemente protegidos y especialmente resguardaos por El Cielo. Os lo advierto: No temáis. Os lo digo: No dudéis, aunque os creáis solos, el Cielo va tocando corazones y Convirtiendo, contando con vuestro trabajito. POR NADA DEL MUNDO LO DEJÉIS A UN LADO. Tentación vendrá de abandonarlo cuando arrecie la tormenta. No lo dudéis, seguid. Así como San José y Yo Seguimos. (Veo un desierto y a San José guiando, por la rienda, a un burrito en que la Santísima Virgen va montada, de lado, con Jesús en su Vientre a poco de Nacer. A lo lejos ya se ve la Cuidad a la que se dirigen, ya se ve. Falta como medio día de marcha y llegarán. Nosotros no vemos la meta, pero ya se me mostró, ahí se ve.)

No abandonéis a Vuestro Señor ahora que el parto está tan ceca, quedaos y veréis las Maravillas que Vuestro Señor hace por su pueblo.

Recordad no son ustedes los que lucharán, cuerpo a cuerpo contra el dragón. Será Mi Hijo quien lo vencerá. Ustedes manteneos a Nuestro lado. Al Lado de Mi castísimo Esposo San José, al lado del pollino que monto, cerca de Mi Amadísimo Hijo y veréis las Maravillas del Señor.

 «Se siembra llorando, se recoge riendo».

Amen

HDDH

(Marzo 06)

Año del Señor 2013

Y María del Getsemaní

 

 

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