LAS CAÍDAS EN ESTE MUNDO

(HABLA NUESTRA SANTÍSIMA MADRE)

Ven, Pequeña. Ahora Yo quiero hablarte. Es natural que te sientas mal, triste, despojada, ultrajada. Sabemos en El Cielo de tu fragilidad y lo que te cuesta volverte a parar. Con facilidad caes y con dificultad te levantas, pero no es para que te angusties: Las Santas Caídas que tuvo Mi Amadísimo Hijo Jesucristo en el camino al Gólgota fueron para mostrarles a ustedes, pequeños, que las caídas en este mundo, hacia la Cruz, son varias y se vuelven a parar. No están solos, no sólo las benditas palmeras te cantan, también los Ángeles de Dios te sostienen para que no tropieces más, y cuando ( el mundo) te da un puntapié en el vientre y te tira, ellos mismos ( los santos ángeles) te ayudan a pararte. Sabemos, en El Cielo, que no tienes una fortaleza de mártir, por eso a los pequeños se les pide pequeño. Nada mas allá de tu fuerza y posibilidad va a ocurrirte, aunque sientas que lo que pasa raya en la línea de no mas o no aguanto. Son las pruebas de los nuestros, son las batallas en este desierto que es ahora el mundo en el que están y al que no pertenecen. El mundo odia a las Mías, a Mis pequeñas guerreras de oración y servicio y ya viste que no pierde ocasión para aprovechar el mas mínimo descuido de vuestra parte. Tu sueles confiarte mucho y es un grande riesgo en estos tiempos. Si bien te Hemos traído a un sitio mas seguro que la gran mayoría de el mundo, no por eso esta exento de lobos. Los hay y no te quieren. Cuídate de ellos, que no saben que son lobos, pero ante la visión de alimento crudo van a morder. Es menester, Pequeña, que te mantengas en resguardo lo mas posible.
Mis Ángeles guardan tus caminos y los de los míos que se han querido refugiar en Mis Brazos. Caen diez mil a tu diestra pero a ti no llegará: ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos porque has puesto a Yahvé que es tu esperanza, al Altísimo por tu habitación no te sobrevendrá mal ni plaga tocará a tu morada pues a Sus Ángeles mandará cerca de ti que te guarden es todos tus caminos… No dejes este hermoso Salmo (*), sigue rezándolo cada mañana, no dejes de protegerte con la Preciosísima Sangre de Mi Amadísimo Hijo… Deja que el mundo ruede a su antojo, pero no te montes en él. Tus padres, que tanto amas y tanto te preocupan, estarán a salvo. No viste las bendiciones de San Joaquín y Santa Ana? El Amadísimo Padre ((Nuestra Señora se hinca con profundo respeto y reverencia al hacer referencia al Padre Amado). Pequeña, debes entender que entre mas grande es el peligro mas cerca deben estar los nuestros. Lo entiendes, Pequeñita?
Sí, Santísima Madre de Jesucristo y Madre Nuestra.
Quiero que reflexiones en esto que te he dicho y que regreses a la Santa Paz de Mi Amadísimo Hijo Jesucristo.
Lo haré así como mandas.
Amen y Shalom
Amen y Shalom Virgen Amada de la paz.
(*) Salmo 91
Año del Señor 2012                                                                                        Y María del Getsemaní

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