TENÉIS QUE OPONEROS AL MAL QUE RESIDE EN VOSOTROS

(HABLA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO)

En estos tiempos Finales la gente cree que puede seguir así, Pequeña, pero no es así (Jesús Lo dice con tristeza). El Mundo llegó a su vuelta final de esperar al hombre que mude y este ha decidido no hacerlo. Creen, Niña Mía, que pueden engañar hasta a Dios Mismo. Hacen juramentos y promesas sólo para alejar el malestar, pero en cuanto este pasa, rápidamente regresan a sus modos de hacer y ser.

El daño que se provocan unos a otros es como si no fuesen más que enemigos los mismos hermanos. Y esto ya llegó a su triste final. El mundo ya no aguanta tanto pecado y ha comenzado a vomitar al hombre de la faz de la tierra.

Os habéis convertido en pestilencia y es horror lo que pensáis, mucho peor de lo que obráis y este pensamiento -este deseo malvado de unos contra otros- es lo que está ocasionando todo lo malo que veis a vuestro derredor.

Vuestros corazones están tan sucios que ya ni corazones parecen ¿Vosotros creéis que Dios Padre ha Creado al Hombre para que lo ofenda de tales formas? Dios Padre los ha creado para que Lo Amen, y eso en muy aisladas y raras personas está sucediendo.

 La mayoría de las personas Lo ignoran terriblemente y usan su Santo Nombre como una simple exclamación sin sentido, cuando os deberíais hincar en reverencia al referiros a Dios Padre (Jesús mismo se hinca en reverencia ante su propio Padre).

Creer que esto de los Mensajes del Cielo son un juego en que algunos se entretienen o truco de burladores y timadores; pero esto tan sencillo, y recibido por criaturas ordinarias, es un regalo tan grande que tan pocos apreciáis y menos aún lleváis al cabo.

Ved como Dios Padre Creador organiza a sus criaturas para que formen un todo armónico, eso es lo que ha estado tratando de hacer con vosotros el Espíritu Santo de manera tan singular;  pero cada uno os creéis rey, cada uno con mayores privilegios que los que os rodean, hasta que es un muladar de egolatría y de idolatría. Cada uno os habéis colocado y coronado como reyes y reinas y hacéis porque los que os rodean os traten como tales y vosotros tratarlos como vuestros súbditos  ¿Lo podéis comprender?

Ante esta situación, al Padre no (Le) ha quedado más opción que dejar que la tierra convulsione y que los hombres actúen, ya sin esconder, aquello que traían en sus propios corazones y es lo que estáis viendo.

El Maligno no actúa sin secuaces y tiene ya tantos por el mundo que le es fácil dañar y matar. Vosotros, Ovejas de Mi Grey, vais a tener que estar muy cautelosas de quien se os aproxime porque quienes no trabajan para el Cielo son reclutadas por los infiernos, ¿lo podéis comprender? Y con ello, y aun sin que la criatura lo sepa,  entrará  a vuestras vidas de la mano de Satanás y os hará gravísimo daño. Así que sed prudentes y cautelosos para que no tengáis que sufrir y arrepentiros por haber confiado en aquel  o aquellos que venían de la mano del Maligno. Alertad a vuestros hermanos, si veis que están es peligro, no los dejéis sin advertencia, que ésta se os está dando a cada uno.

(HABLA DIOS PADRE)

Pequeños, alegraos que El Tiempo de Gloria de Mi Hijo se aproxima, no sin que antes se haya cumplido cada palabra de la ley, de los libros proféticos y de los Evangelios.

Si queréis saber qué ha de pasar: Leed el último de los Evangelios, que es lo que acontece.  Es como la noticia del día.

No busquéis en cualquier lugar y sobretodo no esperéis que las cosas sucedan de acuerdo a vuestra imaginación, para creer. Estos suceden ya uno tras otro sin dar respiro y descanso. Así que manteneos en Gracia. No podéis cargar odios ni rencores ni falta de perdón ni de un día al siguiente porque os podéis perder.

Tenéis que ser cautos si alguien os hiere, os tima u os lastima: tendréis que buscar la manera de perdonar y exculpar de inmediato. Recordad que Dios Padre es Dios de perfecta justicia y ni un abuso a Mis niños pasará impune.

Buscad el bien unos de otros y perdonad.

Dejadme la justicia a Mí.

(HABLA NUESTRA SANTÍSIMA MADRE MARÍA)

Es muy  difícil para Mis niños comprender y aceptar cuando abusan de vosotros y os timan. La naturaleza humana hierve en deseo de vengarse, pero os debéis oponer a vuestra naturaleza que es caída porque así ha sido desde el pecado de origen. Sólo el alma cuando es residencia de la Santísima Trinidad y Trono del mismo, sólo entonces podréis combatir exitosamente contra vuestras inclinaciones pecaminosas y de vuestra humanidad mezquina. No tratáis siquiera de oponeros a vuestros deseos que ya sabéis que son malos. Os dejáis deslizar por el pecado sin oponer resistencia alguna y os deslizáis hasta los mismos abismos. Debéis clamar al Cielo y pedir fuerza en la virtud. Clamad al Cielo por Justicia, por castidad, por Bien y Verdad. Pedid al Cielo lo que no podéis obtener de vuestra naturaleza caída y el Cielo se compadecerá de vosotros y os escuchará.

Tenéis que oponeros al mal que ya reside en vosotros y no podréis hacerlo solos, necesitareis del auxilio del Cielo, ¿lo entendéis mis pequeños?

La próxima vez  que os afrontéis a una tentación del Maligno orad fuertemente y de corazón porque del Cielo se os dé la fuerza que necesitáis para vencerla y veréis que se os dará, pero si no oponéis resistencia alguna, si a la primera, si a la más ligera insinuación del Maligno, acudís a pecar ¿cómo queréis sentiros fuertes, valientes y en el Bien? Debéis luchar, acordaos que la lucha es espiritual y ese es el terreno que se pierde o que se gana. En esta lucha el Diablo va por vuestra alma y ¡vosotros la entregáis con una facilidad! Un castillo hermoso e incorruptible por un plato de lentejas: Esas son las transacciones que hacéis en estos días, dais vuestra alma por un instante fugaz de aparente satisfacción.

Tenéis que resistir al mal y unidos a la comunión de (los) Ángeles De Dios, de los mártires y santos y de las Benditas almas purgantes. Uníos a la Iglesia militante también y acogeos bajo Mi Maternal Protección. Debéis uniros al Cielo o quedaréis a merced del Maligno. Mi Hijo Amadísimo os dará la fuerza que necesitáis, si  con humildad y corazón abierto, clamáis por pedirla al Cielo.

Mis Niños inocentes, Mis Amados

Quedaos en Mi protección y en la Santa Paz de Mi Amadísimo Hijo Jesucristo

Ave María Purísima

Sin pecado concebida

Ave María Purísima

Sin pecado concebida

Ave María Purísima

Danos la paz.

Amen, Pequeña criatura del Cielo

Amen

HDDH

(Junio 07)

Año del Señor 2013

Y María del Getsemaní

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.