MI IGLESIA NO ENTRARÁ A «LA MODERNIDAD»

(HABLA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO)

Pequeña

Mi Amado

Escucha: El nuevo Papa que tenéis en el mundo no será del agrado de muchos porque os recordará aquello de lo que no os queréis acordar: Simplemente de cómo habéis de ser: Francisco I, es quien guiará a Mi Santo Resto Fiel en este final de los tiempos. No lo dudéis.

Ahora, Pequeña, muchos no querrán dejarse doblegar por El Espíritu que él encarna y representa: que es el espíritu franciscano, es decir: La Humildad misma, el amor por todas Mis criaturas, sí, incluyendo Mis pequeñas criaturas y a la misma Creación del Padre Amado.

Algunos, y no son pocos, deseaban un Papa que «modernizara el pecado», pero eso no puede ser. No por ello, aún con voto de obediencia, acatarán las ordenes de Mi Santo Pontífice. Intentarán, por todo medio posible, que acepte el pecado como si fuera el Bien, pero no lo doblegarán, no lo harán. Mi Fiel Papa no en funciones, Benedicto, admite y apoya el esfuerzo que con el nuevo Papa haréis. Con ellos Estoy y está Mi Amadísima Madre (Acordaos que no hay hijos más predilectos entre los predilectos que aquellos que así llama Mi Santísima Madre).

No lo dudéis, habrán multitudes furiosas y vosotros no deberéis entrar en discusiones, porque os lo he dicho: El pecado es pecado y siempre lo será.

Mi Iglesia fue fundada Por Pedro a quien entregué la responsabilidad y las Llaves del Cielo.

Nunca el Espíritu Santo de Bien Absoluto y de Verdad estará lejos de Mi Santa Palabra

y el pecado no será secundado, ¿Lo entendéis, Mis Pequeños?

Mi Iglesia no entrará a «la modernidad», no será parte del curso del mundo y los acontecimientos que sucedan a partir de ahora.

Mi resto Fiel no deberá participar de lo que le es propio al mundo y deberá, como Mi Fiel Benedicto XVI, recluirse lo más posible para que sus almas no sean mortalmente contaminadas.

Resguardaos lo más posible.

Asistid a la Santa Eucaristía Diariamente.

No os acostéis en pecado mortal, que podríais no despertad.

Ser caritativos y creed que Mi Segunda Venida se acerca y el Maligno anda como león rugiente secuestrando a las almas para llevarlas al infierno.

No son tiempos de que andéis viajando y vacacionando en lugares lejanos que no sabéis los acontecimientos tremendos que se os avecinan.

Manteneos cerca a vuestras casas y hogares para poder retornar a ellos en cualquier emergencia.

No andéis despreocupados por las calles y mucho menos sin protección (os lo recuerdo nuevamente, por si ya lo habéis dejado caer al saco del olvido). No salgáis, ya os lo había dicho, sin el Salmo de Protección 91 y Efesios 6 (*) Que sea vuestra prioridad por las mañanas y Consagraos a María Santísima (**)  a cada oportunidad.

No soltéis vuestros Sacramentales y Santos Rosarios.

El Cielo, Pequeños Niños, Amado Resto Fiel, nunca os habla sin motivo, así que si el Santo Cielo os previene: Haced caso, que de lo contrario podréis sufrir fuertes calamidades.

Os lo dijimos, -aunque no sepan por qué- haced caso cuando se os llame internamente. Si sentís que no debéis ir a algún sitio, o que no debéis tomar tal camino: No lo hagáis. No permitáis que la razón entre porque por ahí podréis ser fatalmente engañados.

No seáis como las mujeres necias que no tenían aceite en sus lámparas porque el Señor tardaba en llegar (***).

Estad atentos a Mis Llamados que pronto Vengo a vosotros, Mi pequeño Resto Fiel.

No dudéis no dudéis no dudéis

Haced como os indico que se aproxima la guerra, la escasez y eventos nunca antes vistos por ojos del hombre, pero SABED que habéis escogido la mejor parte:  SOIS MIS HIJITOS, MIS PEQUEÑOS Y NO OS DESAMPARARÉ JAMÁS.

Por lo demás, Niños Míos, con estas precauciones quedaos en Paz que Mis Santos Ángeles guardan vuestros Caminos (Salmo 91).

Os Amo Inconmensurablemente

Jesus, Su Buen Pastor.

Amen, Mis Pequeños

Amen, Amado Jesus nuestro.

(HABLA NUESTRA SANTÍSIMA MADRE MARÍA)

Pequeñita

Madre Santísima

Esto os lo advierto y recalco especialmente para aquellos que tenéis Misión ya con el Santo Cielo: No os descuidéis, que así como en vuestros trabajos terrenales, vuestros patrones, si han de hacer bien el desempeño de su labor, tienen que ver que los trabajadores estén seguros y protegidos, algo así es con el Cielo. Vosotros que tenéis Misiones con El Santo Cielo no hagáis las cosas sin tener en cuenta vuestra seguridad. Haced como os Dice Mi Amadísimo Hijo, ¿lo entendéis, Mis Amados?

(*) SALMO 91

1 El que habita al abrigo del Altísimo

Morará bajo la sombra del Omnipotente.

2 Diré yo a Yahvé: Esperanza mía, y castillo mío;

Mi Dios, en quien confiaré.

3 El te librará del lazo del cazador,

De la peste destructora.

4 Con sus plumas te cubrirá,

Y debajo de sus alas estarás seguro;

Escudo y adarga es su verdad.

5 No temerás el terror nocturno,

Ni saeta que vuele de día,

6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,

Ni mortandad que en medio del día destruya.

7 Caerán a tu lado mil,

Y diez mil a tu diestra;

Mas a ti no llegará.

8 Ciertamente con tus ojos mirarás

Y verás la recompensa de los impíos.

9 Porque has puesto a Yahvé, que es tu esperanza,

Al Altísimo por tu habitación,

10 No te sobrevendrá mal,

Ni plaga tocará tu morada.

11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,

Que te guarden en todos tus caminos.

12 En las manos te llevarán,

Para que tu pie no tropiece en piedra.

13 Sobre el león y el áspid pisarás;

Hollarás al cachorro del león y al dragón.

14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;

Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

15 Me invocará, y yo le responderé;

Con él estaré yo en la angustia;

Lo libraré y le glorificaré.

16 Lo saciaré de larga vida,

Y le mostraré mi salvación.

Amen

LA ARMADURA ESPIRITUAL

«Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fortaleza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo; 12 porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra malicias espirituales en las alturas. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la coraza de justicia; 15 y calzados vuestros pies con el apresto del evangelio de paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno; 17 y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 orando en todo tiempo, con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; 19 y por mí, para que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio; 20 por el cual soy embajador en cadenas; para que en ellas hable osadamente, como debo hablar.» (Efe, 6: 10-20)

(**) La Consagración que hago, aunque hay distintas es esta: «¡Oh, Corazón Inmaculado de Mi Madre María! A Vos Mi Madre os Consagro mi cuerpo, mi alma y mi espíritu; os Consagro mi familia, mis bienes espirituales y materiales y todo cuanto Dios Ha puesto a nuestro cuidado. Madre Mía toma posesión de nosotros y nuestras familias. Que Tu Inmaculado Corazón proteja a nuestros hogares de todo desastre y calamidad y, en estos tiempos de purificación, guíanos por el camino del Bien, para que junto contigo, podamos alcanzar la Gracia y Misericordia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Bendición de María Protégenos; bendición de María Cúbrenos; bendición de María Ampáranos; bendición de María Guíanos a las Puertas de La Jerusalén Eterna. Amen»

(***) «Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el novio; y las que estaban preparadas entraron con él a la boda; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir». (Mt 25, 1-13)1 (Reina-Valera 1960).

HDDH

(Marzo 14)

Año del Señor 2013

Y María del Getsemaní

 

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