«En el mundo actual, muchos cristianos de diversas iglesias trabajan juntos al servicio de la humanidad necesitada, para la defensa de la vida humana y de su dignidad, de la creación y contra las injusticias.
Este deseo de caminar juntos, de colaborar en el servicio y en la solidaridad con los más débiles y los que sufren, es un motivo de alegría para todos.
Uní tu voz a la mía para pedir por todos los que contribuyan con la oración y la caridad fraterna a restablecer la plena comunión eclesial al servicio de los desafíos de la humanidad.»
Francisco
9 de enero de 2017