35 ANIVERSARIO

IMG-20160624-WA0001¿Por qué te agitas y confundes antes los problemas de la vida?
Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te saldrá mejor. Cuando te abandones en Mí de todo corazón todo se resolverá con tranquilidad según los designios de Mi Hijo. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos y dime con calma: Madre yo confío en ti.
Evita las preocupaciones y angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No estropees mis planes queriéndome imponer tus ideas. Déjame a mí ser tu Madre y actuar con libertad. Abandónate confiadamente en mí. Reposa en mí y deposita en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente:
Madre yo confío en ti.
Lo que más daño te hace es tu razonamiento, tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera. Cuando me dices: Madre yo confío en ti, no seas como el paciente que pide al médico que lo cure pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos maternales, no tengas miedo: Yo te amo. Si crees que las cosas empeoran o complican a pesar de tu oración, sigue aún confiando, cierra los ojos del alma y confía aún más. Continúa diciéndome a toda hora: Madre yo confío en ti.
Necesito tener las manos libres para obrar. No me las ates con tus preocupaciones infantiles. El enemigo no quiere sino eso: agitarte, angustiarte y quitarte la paz. Confía en Mí, reposa en Mí, abandonándote en Mí. Yo consigo de Mi Hijo los milagros en proporción del abandono y la confianza que tu tengas en Mí. Así que no te preocupes, confíame todas tus angustias y quédate tranquilo, sólo dime a toda hora: Madre yo confío en ti. Vas a ver luego los milagros, te los estoy prometiendo porque soy tu Madre y te Amo.

¡Si supieras cuánto TE AMO llorarías de alegría!

Mensaje del 25 de junio de 2016 en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina, con motivo del 35° aniversario de las apariciones de la Virgen:

“Queridos hijos! Den gracias a Dios conmigo por el don de poder estar con ustedes. Oren, hijitos, y vivan los Mandamientos de Dios para que sean felices en la Tierra. Hoy, en este día de gracia, deseo darles mi bendición maternal de paz y de amor. Intercedo por ustedes ante mi Hijo y los invito a perseverar en la oración para que con ustedes pueda realizar mis planes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

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