A MIS TAN AMADOS HIJITOS MAYAS

(HABLA NUESTRA SANTÍSIMA MADRE MARÍA DE GUADALUPE)

Pequeñita, Soy Tu Santa Madre María de Guadalupe y necesito que esto escribas. Has venido a estas hermosas tierras mayas donde desde ancestrales tiempos viven mis tan amados hijitos mayas quienes han sido victimas terribles de discriminación y han diezmado sus bellas tierras y los han expulsado de ellas. Dios Padre no se las dio para que fueran esclavos en ellas, sino para que las trabajaran y gozaran, pero tristemente no ha sido así. La avaricia del hombre todo lo ha trastocado y ahora el mundo es como una fruta partida en dos en la que una, los ricos y poderosos todo la acaparan, mucho mas de lo que siquiera pueden usar y disfrutar y en su ansia de control y poder han dejado a mis verdaderos hijitos arrinconados y viviendo en condiciones infrahumanas, muchas de las veces, y en otras a penas, a duras penas sobreviviendo a migajas. ESA NUNCA FUE LA INTENCIÓN DEL PADRE SINO DARLES A ELLOS TANTA RIQUEZA Y BELLEZA QUE AUN PUEDEN VER A SU ALREDEDOR. QUE NO SE ENOJEN CON EL PADRE AMADO, porque, Pequeña, ese no fue su plan, sino que sepan que fue Satanás quien lo echo a perder y quien ahora quiere tomar sus almas para echar a perder su destino eterno.
No hay mayor goce para el cielo que cuando ven a un pobre del Señor, que se logró mantener fiel, llegar al Reino de los Cielos donde será de todo colmado, pero deben de confiar que así será. Deben perdonar y no desear lo del mundo, sino ser fieles para recibir las Delicias Eternas que son las Celestiales.
No sin gran pena te alejas de estas tierras, Pequeña, y no por falta de amor no hiciste tanto que el cielo deseaba, sino porque te dejaron sola y no tuviste apoyo absolutamente de nadie. Tanto bien que pudieron haber hecho los que tenían los recursos o los medios para ayudar, tu has dado todo lo que podías, que es todo lo que tenías, pero quienes podrían mejorar realmente las condiciones de los pobres no les interesó hacerlo y ya fue suficiente tu solitaria y desinteresada estancia aquí. El Cielo siente que quienes estaban ahí para ayudarte no lo hicieran. El Diablo se encargó de inclinar el libre albedrío al egoísmo y no solo no te ayudaron sino que te bloquearon en todo lo posible.
Pequeña, El Padre se conduele enormemente cuando maltratan a sus profetas y lo han hecho contigo. No lo pobres, sino los ricos y los que tenían el poder de ayudar. Diles esto, Pequeña, y que quede como testimonio indeleble de tu fructífera estancia en estas tan amadas tierras de Mi amante y Maternal Corazón.
Shalom, Pequeña niña Mía
Shalom, Madre Tonantzin
(Diciembre 11 del 2012)                                                                          Y María del Getsemaní

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