MIS HIJITOS PREPARÁNDOSE PARA LA GUERRA Y NO HAY COMO DETENERLA

ESTOY MUY TRISTE: MIS HIJITOS PREPARÁNDOSE PARA LA GUERRA Y NO HAY COMO DETENERLA

(HABLA NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE)

Pequeñita, Estoy muy triste
Porqué, Madre?
Mis Hijitos preparándose para la guerra y ya no hay cómo detenerla. El ansia de poder los va a mandar al abismo; el egoísmo extremo: la desazón que sienten en sus almas es tal y la sinrazón que harán la Guerra unos a otros y millones perecerán. Solamente los poquitos (primera vez que Veo que Nuestra Señora y Reina Celestial hace un gesto como cuando se tiene una migaja entre los dedos,  para ejemplificar a que se refiere con «poquito») así son los que Acompañan a Mi Amadísimo Hijo.

El resto infiel son de INDIFERENCIA,  y los más que ya son satanizados arguyen sobre cómo hacer la guerra. Ya, dicen, que les sobran los pobres, ya su maldita tecnología e inventos sustituyen los trabajos y las jornadas dignas y necesarias de labor. Ya pueden prescindir de Mis Hijos más pobres, porque las máquinas van a hacer lo que antes miles de empleados. Hasta que no llegue el estruendo, no lo creen. Que “Ya ven que no pasó nada, que igual esta todo”, eso afirman con brutal cinismo.

Poquitos, muy poquitos (Veo que Nuestra Señora y Reina Celestial hace el mismo gesto con sus dedos), los demás no ven. No hay silencio interior y eso les impide oírNos.

Ya no queda mucho más por hacer, más que detener con la oración y paliar lo que se pueda. Con ustedes, Mis Hijitos, iremos Orando y Sanando, intercediendo y pidiendo a la Sacrosanta Santísima Trinidad. Son generaciones y generaciones perdidas (se que es como cuando con infinita tristeza se ve que se pierde una cosecha y se vuelve a preparar la tierra, se planta la semilla, se espera a que crezca y otra, y otra y otra…) Ésta, tan esperada por El Cielo -porque contarían con los Mensajes Del Cielo- también es una cosecha rota y enferma. Ya la tierra no da para más. Es cuando el buen campesino quema todo y de las cenizas viene la tierra nueva. Ahora es así. No Quise que esto llegara a la necesidad de hacerlo de este modo, pero El Padre ya no puede esperar más, porque sólo más hijitos se pierden, con cada día que pasa son atraídos como con una fuerza invisible y poderosísima hacia El Mal y por ende hacia el abismo.

Poca inocencia queda en los niños. Las cosechas de los jóvenes ya ha sido pisoteada por El Maligno y sus secuaces. Sólo algunos ancianitos, niños pequeños, las mujeres que no salen de los templos, fieles, amorosas y orantes como las que Tuve de amigas en la tierra. Sólo ustedes y eso de manera muy imperfecta, pero el resto infiel está sumido en la desnutrición espiritual. Ya quedan muy pocas Conversiones, cada vez son menos.

Tu has ido leyendo cómo los mensajes van cambiando y ya es menos lo que se habla de Conversión y más de mantenerse los que ya están UNIDOS y LEJOS DEL MUNDO.

Sus familias, no por merecimiento propio sino por intermediación y donación vuestra, serán excusadas, pero ya difícilmente llegará alguien más.

Los acontecimientos se recrudecerán de formas y maneras sorprendentes aun para los que Nos Creen, Pequeñita.
¿Qué podemos hacer, Madre Celestial para ayudar a los ejércitos Celestiales?
Lo que Mi Hijo Dice, SIEMPRE lo que Mi Santísimo y Tan Sufriente Hijo Dice: Oren; intercedan unos por otros; únase a Mis Santas Intenciones; asistan a La Santa Misa; cuiden de no caer en pecado, y de hacerlo, acudan con prontitud a la Reconciliación; reciban la Santísima Eucaristía con debido amor, devoción y sobretodo con Reverencial Silencio Interior. No desesperen, esperen en paz y sosiego. No anden buscando donde ir que es hacia dentro de sus almitas a donde deben dirigirse y eso es sólo con la Oración, que es ESTAR UNIDOS AL CIELO.
¿Madre, qué es Su Voluntad que haga con Estos Textos?
Guarda y espera, espera, Pequeña, y ya te llegará el momento de saber qué hacer. Por ahora y por Siempre haz lo que Mi Hijo Os Comande.
Shalom Tonantzin (*)
Shalom y la paz quede entre ustedes.
Tlazohcamati. (**)
Ve en Paz.
(*) «Nuestra Madrecita», en idioma náhuatl con el que Nuestra Señora de Guadalupe habló a San Juan Diego en el cerrito del Tepeyac, México
(**) «Gracias» en lengua náhuatl

(Abril 11 del 2012)

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