X. SED CASTOS CON VUESTRA PALABRA

 (HABLA DIOS PADRE)

Cariño y Criatura:

Desde el interior de vuestras familias os atacarán porque vosotros no cedéis ni un paso ante el mundo. Y no responderéis, como vuestro Rey y Señor no respondió, sino que calló ante sus acusadores. Santo fue en su silencio, así sed vosotros, santos y orantes en vuestro silencio y en vuestro andar.

No sois del mundo, os lo he dicho, y éste os atacará como a enemigos. Vuestros mismos padres os atacarán y no sabrán ni porqué pero lo harán. Vuestros hijos, vuestros hermanos, pero vosotros no respondáis con golpe al golpe; con insulto, al insulto; con chisme ni maledicencia.

Tened mucho cuidado de no ser vosotros quienes inflaméis la ira de los vuestros, sino callad como mansos corderos rumbo al matadero y orad por fuerzas para resistir.

Vuestros “amigos” se alejarán de vosotros al ver que seguís siendo fieles y que algunos de ellos estaban jugando con su lealtad, pero al momento de la prueba defenderán más lo del mundo que lo de Dios.

¿Qué reino defenderéis vosotros, el del Padre Amado?, ¿el del Cielo?, ¿o lo vuestro, lo terrenal? Os lo He dicho, Mis niños: NO SOIS DEL MUNDO, y lo olvidáis.

El mundo no es vuestra casa, así que no pretendáis que os amen, que os comprendan, que os acojan, sino que como extranjero en casa ajena habéis de estar con discreción y prudencia y llevar Mi Palabra Viva en vuestros actos.

Habréis de perdonarlo todo y no andar con rencores por la vida.

No culpéis ni juzguéis ni habléis de vuestros hermanos.

Si habréis de ser perfectos debéis ocuparos de la viga en vuestro ojo y no mirar la paja en el ojo del hermano.

Sed  Viva Mi Palabra.

No matéis la reputación del hermano con vuestra palabra cargada de veneno y venganza.

Si no tenéis algo bueno que hablar del hermano para conciliarlo con otro es mejor que calléis. Recordad que no estáis entre los que os pongo para que incitéis a violencia, sino a paz y armonía a donde lleguéis.

¿Lo comprendéis y haréis como os lo digo? La palabra mata y difunde como pólvora el incendio así que sed agua pura, agua clara y no inflaméis más los odios que ya incendian bosques completos en la tierra. No contaminéis con vuestro hablar, que ya tenéis suficiente con cómo habéis contaminados vuestras aguas y polucionado vuestro aire; no seáis vosotros los que contaminéis vuestro ambiente y sobre todo las almas de vuestros hermanos. Confiaos que la justicia llegará al pobre y al rico, al bueno y al malo, al justo y al injusto, al soberbio y al humilde, pero llegará de Mi Santa Mano.

No distribuyáis juicio con vuestra palabra, Creaturas.

Hay quienes, sintiéndose perfectos, van con una vara midiendo a sus hermanos, pero os lo he dicho: con la vara que midáis, seréis medidos; así que sed castos en vuestra palabra, no se vaya a voltear contra vosotros mismos como una víbora ponzoñosa que cargáis en vuestras manos. ¿Lo comprendéis?

Si esparcís juicio y veneno terminareis envenenados vosotros mismos. Cuidad vuestra palabra que sea justa y necesaria. No andéis hablando por hablar que más fácil os tropezaréis con vuestra propia palabra. No devolváis mal por mal, sino poned la otra mejilla como mansos corderos pascuales que sois a imitación de Mi Amadísimo Hijo Jesucristo. ¿Lo tenéis claro? No olvidéis esta lección y refrenad vuestra lengua que os puede costar vuestra paz.

Y guardaos de…

(Hasta aquí se salvó el texto. Lo que se perdió fue la Bendición  de Dios Padre y el primer párrafo de  Nuestro Señor Jesucristo).

(Septiembre 16)+

Año del Señor 2013

Y María del Getsemaní

¡GRACIAS DIOS MÍO, GRACIAS!

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