VI. TOMAD VUESTRAS DECISIONES CON MIRAS A LA ETERNIDAD

“Deja todo y Sígueme“, Jesús me ha dicho y ”No quiero que tengas nada, porque quiero dártelo Todo.” (Miércoles de ceniza 13 de febrero del 2013)

(Después de recordarme que éste es el título del Libro Diez,  y que  las precauciones y protecciones para este fin de los tiempos sólo constituyen un primer apartado, me llama Mi Señor.)

(HABLA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO)

Niña Mía,

Mi Señor

Ya veis como los tiempos arrecian en acontecimientos. La guerra ya se os vine encima, y será una de cataclismo y calamidad. Y vosotros, Mis Niños, no seáis ingenuos y sabed que LAS GUERRAS ENTRE LOS HOMBRES son instigación del Maligno y nadie las gana, todos las pierden porque se pierden MILLONES DE ALMAS que van a luchar por un país POR ENCIMA DE LA LEY DE DIOS QUE OS DICE: NO MATARÉIS. Vosotros, haciendo ojos ciegos y oídos sordos a la Ley Eterna la colocáis por debajo de la de vuestros gobernantes, al incitaros a pelear.

Cuando una ley de hombre se oponga flagrantemente a La ley de Dios debéis decidir a quién servís. Por eso se os ha venido diciendo que no podréis servir a dos amos, porque amaréis a uno y odiaréis al otro.

Cuando la sociedad a la que pertenecéis tiene leyes santas, que no se oponen a ley universal, habréis de cumplirlas cabalmente porque por eso os pedí que mirarais el rostro a la moneda para que confirméis que deis al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. ¿De quién es vuestra devoción?, ¿a quién se la daréis?, ¿a Dios o a los Gobernantes? Esto que os digo puede definir vuestro camino.

Son tiempos de héroes y villanos -no os confundáis- en cuanto a la lealtad con vuestro Dios. Así que ya lo tenéis claro: No podéis pelear contra vuestros hermanos porque terminareis matando o muriendo. Y entonces, ¿por quién habréis muerto? y ¿por quién habréis vivido? La hora de vuestro compromiso, fidelidad y lealtad es ahora. El costo será: o aquí en la tierra -con las reprimendas que esto os pueda acarrear- o contra vuestra eternidad.

¿Tenéis claro lo que os digo? Ninguna ley de hombre que se contraponga a la de Dios aplica a vosotros, porque en vosotros la santa obediencia a Dios, a Sus mandamientos y leyes es vuestro fundamento, sin el cual ¿qué os quedará?

Son tiempos de certezas y de apegaros a Dios con Verdad y lealtad,  no de hacer excepciones. No debéis cooperar en nada que acarree la muerte o destrucción de vuestros hermanos, ¿lo comprendéis?, en nada. Así que, Mis Niños, tomad vuestras decisiones con miras a la eternidad, que la vida en la tierra no es más que un soplo y después la eternidad ¿Dónde escogéis pasarla?

Una vez decidido ésto, habréis de escoger si seréis grandes o pequeños a la entrada del Cielo, porque vuestra santidad y entrega depende enteramente de vosotros. Todos los medios para vuestra santificación los tenéis a vuestro alcance. En estos tiempos en que es muy fácil  (sí, es una palabra que no uso, pero en este caso excepcional Lo hago) enteraros  de lo que Verdaderamente acontece, ya no podréis argüir «que no lo sabíais», como en otros tiempos porque  ahora lo sabéis. Las noticias están ahí, los cataclismos, los signos y señales, Mis profetas y videntes alertándoos por todo el mundo.

Así que de vosotros depende ahora lo que haréis, pero decidid con conocimiento. Adentraros en las visiones del Paraíso y del Infierno para que sepáis lo que estáis decidiendo. Y os digo, ni uno solo que haya renunciado a padre,  madre,  riquezas, posición y familia por seguirMe quedará sin recompensa. Y ni unos solo que haya seguido por propia voluntad al Maligno quedará sin su debido castigo.

No es como pretendéis -en estos tiempos en que el hombre se ha ensoberbecido hasta creerse él mismo medida de todas las cosas-. El hombre no es más que criatura con un tiempo en la tierra determinado DE ANTEMANO, así que no hagáis por alargar ni por acortar vuestra vida, que su término depende de la resolución de vuestro Santísimo Padre Eterno. Pero lo que haréis en el tiempo entre vuestro nacimiento y muerte ese sí que depende de lo que cada uno libremente decida.

¿Qué haréis con el tiempo que os resta? ¿Obedeceréis al Padre Amado u os opondréis a sus Santos Designios?

La invitación, Mis Amados, es a ser parte de los elegidos en el Cielo, ¿la aceptareis? ¿o seréis necios y -por disfrutar o por no padecer en la tierra- os arriesgaréis a una eternidad en el reino del Maligno?

Os insisto: Ved las visiones que he dado a Mis Místicos de lo que es el infierno. Es mejor que os asustéis aquí donde podéis cambiar de actuar, que allá donde nada podréis hacer.

Esto os  lo digo porque os amo y quiero teneros a Mi lado para consentiros por la eternidad.

Soy vuestro Rey, vuestro Divino Maestro, vuestro Señor, vuestro Hermano, vuestro Pastor, Vuestro Amigo y siendo esto ¿no Me Seguiréis? ¿y seguiréis a quien es vuestro acusador, vuestro acérrimo enemigo, quien os odia, quien quiere vuestras almas para torturaros, sin esperanza, por la eternidad?

Lo que escojáis es dado vuestro libre albedrío, regalo inconmensurable del Padre Amado.

Decidid ya, Mis Niños, que no lo habéis hecho y sed fieles a ello, que el tiempo ya no es tiempo y ya estáis en La Gran Tribulación.

Os amo inconmensurablemente

Vuestro Amante Pastor, Rey y Señor

+Jesucristo en este año del Señor  2013

HDDH

Septiembre 03

Y María del Getsemaní

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.