IV. NO OS CONFIÉIS EN VUESTRA HUMANIDAD Y MUCHO MENOS OS APOYÉIS EN LOS TRUCOS DEL MALIGNO

(HABLA DIOS PADRE EN UNION CON LA CORTE CELESTIAL)

Mis niños, Mis Pequeños;

Lleváis ya mucho tiempo jugando con lo que llamáis “El Poder de la mente” que no es otra cosa que la vana ilusión de quitar, o pretender hacerlo, el Poder del Espíritu, que es el único que tiene el hombre, al pedirlo al Santísimo Espíritu, y creéis que por vuestra propia inteligencia lograreis los Milagros que solicitáis. La mente, Mis Niños, no tiene ningún poder, sino el espíritu de Dios en vosotros.

Dejad ya vuestros juegos vanos y tontos. ¿Quién de vosotros se puede curar de una grave enfermedad por creer que puede…? Ninguno, pero si Me lo solicitáis con humildad Yo puedo curaros de cualquier mal, como un Soplo Divino.

Así que dejad de ser megalómanos y de creer que sois vosotros mismos con vuestro poder quienes podréis aliviaros o cambiar vuestra situación, que no lo podréis y ya no tenéis tiempo que desperdiciar en estas bagatelas tontas. Si tenéis un problema, con humildad acudid a Mí. (Salmo 51 *) y pedid Mi Ayuda. ¿Lo comprendéis?

Vuestra medicina os puede ayudar, pero tiene sus límites marcados por Mi Santa Voluntad, así que si queréis lo infinito, pedidme que Yo os sane, y dejad ya la tontería que Me ofendéis con vuestros trucos y al ir a magos, curanderos y hechiceros para con ello intentar doblar o cambiar Mis Santos Designios. No hagáis peor vuestra situación consultando a los del Maligno, que este no confiar en vuestro Padre eterno y acudir a los del Maligno es gran  ofensa. ¿Lo comprendéis? ¡Dejad eso ya!

Todo lo que no es de Mi Santa Iglesia es contra Mí, ¿lo comprendéis? Y, os lo He Dicho, decidid y ser fieles a ello y no busquéis que El Maligno satisfaga vuestros caprichos, que cuando vuestro Padre no os otorga lo solicitado es porque no es Mi Voluntad que así sea, y tened muy por seguro que ésta siempre va a la salvación de Mis pequeños y siempre tiende hacia lograr un mayor bien para vosotros. Confiad y esperad confiados, pero no Me afrentéis, Mis Pequeños.

Hay quienes saliendo de las Iglesias y Casas de Mi Hijo acuden a los hechiceros a buscar doblar la voluntad del Cielo y sólo hacéis vuestra situación mucho peor. Si pedís al Maligno os cobrará y no tiene otro interés en mente que vuestra alma. Así que si os otorga un favor, tenedlo por seguro que el cobro llegará y será con vuestra propia salvación.

Recordad que Vuestro Padre Celestial es Dios Celoso de la fidelidad de sus hijos y no lo afrontéis.

Dejad a un lado todo lo que no viene de Dios, deshaceos de todo ello: ídolos, sortilegios, juegos de naipes para hechicería, pócimas, amuletos y toda cosa «non sancta», que con vuestros Sacramentales Benditos y con las protecciones que os hemos otorgado tenéis lo que necesitáis, ¿Acaso creéis que el Maligno lo que os da es para protegeros o para acabar con vosotros?

Una bendición vale contra mil amuletos de la suerte.

No busquéis en horóscopos cuál es  vuestro destino, porque lo vuestro es la Santa Voluntad de Dios Padre para cada uno y no está en los astros ni en toda invención del Maligno para que quitéis vuestra fe y Fidelidad de la Casa del Padre.

¿Comprendéis lo que habréis de hacer? Limpiad vuestras vidas, vuestras casas y hogares de todo amuleto, ídolo, pócima, hechicería, libros malos; todo eso debe salir de vuestras personas, hogares y vidas para que pongáis vuestra confianza en Dios. ¿Lo comprendéis? Sino ¿cómo seréis Bendecidos si vosotros mismos estáis impidiendo que las Bendiciones lleguen a vosotros? Todo lo que es truco del Maligno habrá de salir de vuestras casas y vidas, todo.

Hacedlo ya, escudriñad en vuestros hogares y sacar todo lo malo que se esconde hasta en los rincones.

Después Bendecid vuestras casas, hogares, sitios de trabajo, medios de transporte e instrumentos de trabajo para que lo que os circunda y rodea quede limpio y no os contaminéis en vuestro propio hogar y lugar de labores.

¿Lo comprendéis?, ¿lo haréis como os solicito, Mis Pequeños?

Recordad : Uno no puede servir a dos amos, ¿en quién depositaréis vuestra confianza y el destino final de vuestra alma?, ¿en quién? Decidid, haced como se os dice y sed fieles a ello.

Dejad de leer horóscopos y consultar toda hechicería, aunque se disfrace de moda; descartadla toda. Si no viene de vuestra Santa Iglesia dejadlo fuera, que el Maligno tiene muchos disfraces. No os atreváis a invocar a nada que no sea a vuestros Ángeles conocidos y nombrados por la Santa Iglesia; a los Santos reconocidos por ella; a la intercesión de las Santas Almas del Purgatorio; a San José y a María Santísima.

Si vuestra fe no os alcanza ni para manteneros dentro de los límites infinitos de lo que la Iglesia os da como Santo, estaréis pisando los terrenos del Maligno en uno de sus múltiples disfraces, ¿Lo comprendéis?

Escudriñad en vuestras vidas y veréis toda la contaminación que os rodea y circunda. Romped  todo lazo con ello, confesarlo a vuestros santos sacerdotes y no volváis a pecar con la deslealtad y la infidelidad que ya lo podéis leer en vuestras Biblias que es pecado que ha acarreados terribles consecuencias a los pueblos.

No seáis idólatras, ni afrontéis al Santo Padre con ello. Más bien orad con sencillez de vuestro corazón y con intención recta y santa que vuestro Padre que está en los Cielos os escuchará, tenedlo por seguro, y os responderá con lo que más os convenga para vuestra Salvación y Santificación.

¿Lo tenéis claro, Mis Hijitos?

Vosotros mismos detenéis e impedís las bendiciones del Cielo con vuestra duda (como cuando Moisés golpeó dos veces la piedra **) así que ya lo sabéis,  no Me afrontéis para que os vaya bien en todos vuestros asuntos.

Ya no sois parvulillos. Los que seguís esta guía ya estáis grandecitos. No os debéis fijar si el consejo os viene de vuestra Madre, de vuestro Padre, de vuestro Rey y Señor: Os viene de Mi Sacratísima Voluntad.

Así, Mis Niños, que confiad que ya tenéis la madurez para hacerlo y no olvidéis que sólo si algo de lo que se os dice por estas que llaman “Revelaciones Privadas” va en contra, se opone, se contrapone o contradice la Santa Palabra de Mi Amadísimo Hijo es de lo que dudaréis; si no es así, confiad y seguid que estáis en Tiempos Finales y es necesaria vuestra lealtad, vuestra confianza y que vuestra esperanza santa sea depositada únicamente en Mí, vuestro Padre Dios.

¿Haréis como os lo ordeno?, ¿o andaréis buscando en las arcas del Maligno con sortilegios y maldad para cumplir vuestros deseos, aun oponiéndose al Mío, Santo y Perfecto?

Reflexionad en esto, en cada cosa, actitud, actividad, libro y artículo del Maligno y partid de ello como del Mal mismo.

Sois Mi Santo Resto Fiel y os debéis comportar a la altura de los tiempos y ser ejemplo a vuestros hermanos, sino ¿cómo os creerán si ven que vosotros mismos sois infieles? Atraedlos a Mi Casa con vuestra fidelidad y lealtad, dadles la seguridad que necesitan Mis Ovejas para encontrar El Camino, porque si vosotros mismos no lo tenéis claro ¿cómo lo señalareis a vuestros hermanos? No pongáis vuestra confianza más que en Vuestro Dios y Yo sabré guiaros y recompensaros por ello.

¿Lo haréis como os lo solicito, Mis Ovejitas?

Vuestro Padre Dios en unión con la Corte Celestial quien os Habla, os advierte, os guía y os amonesta por Amor.

(*) Salmo 51

 «Ten piedad de mí, ¡oh, Dios!, conforme a tu misericordia;


Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

Lávame más y más de mi maldad,


Y límpiame de mi pecado.

Porque yo reconozco mis rebeliones,


Y mi pecado está siempre delante de mí.

Contra ti, contra ti solo he pecado,


Y he hecho lo malo delante de tus ojos;


Para que seas reconocido justo en tu palabra,


Y tenido por puro en tu juicio.

He aquí, en maldad he sido formado,


Y en pecado me concibió mi madre.

He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,


Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Purifícame con hisopo, y seré limpio;


Lávame, y seré más blanco que la nieve.

Hazme oír gozo y alegría,


Y se recrearán los huesos que has abatido.

Esconde tu rostro de mis pecados,


Y borra todas mis maldades.

Crea en mí, ¡oh, Dios!, un corazón limpio,


Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

No me eches de delante de Ti,


Y no quites de mí Tu Santo Espíritu.

Vuélveme el gozo de Tu Salvación,


Y espíritu noble me sustente.

Entonces enseñaré a los transgresores Tus Caminos,


Y los pecadores se convertirán a Ti.

Líbrame de homicidios, ¡oh, Dios!, Dios de mi salvación;


Cantará mi lengua tu justicia.

Señor, abre mis labios,


Y publicará mi boca tu alabanza.

Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;


No quieres holocausto.

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;


Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, ¡oh, Dios!

Haz bien con tu benevolencia a Sion;


Edifica los muros de Jerusalén.

Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,


El holocausto u ofrenda del todo quemada;


Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.

Amén.»

(**)  Números: 20

7. «Yahveh habló con Moisés y le dijo:

8. «Toma la vara y reúne a la comunidad, tú con tu hermano Aarón. Hablad luego a la peña en presencia de ellos, y ella dará sus aguas. Harás brotar para ellos agua de la peña, y darás de beber a la comunidad y a sus ganados.»

9. Tomó Moisés la vara de la presencia de Yahveh como se lo había mandado.

10. Convocaron Moisés y Aarón la asamblea ante la peña y él les dijo: «Escuchadme, rebeldes. ¿Haremos brotar de esta peña agua para vosotros?»

11. Y Moisés alzó la mano y golpeó la peña con su vara dos veces. El agua brotó en abundancia, y bebió la comunidad y su ganado.

12. Dijo Yahveh a Moisés y Aarón: «Por no haber confiado en mí, honrándome ante los israelitas, os aseguro que no guiaréis a esta asamblea hasta la tierra que les he dado.»

 HDDH

(Septiembre 02)

Año del Señor 2013

Y María del Getsemaní

 

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