NO PERMITÁIS QUE LA DUDA ENTRE EN VOSOTROS

(HABLA DIOS PADRE)

A ver criaturita, ven y escribe. En estos Últimos Tiempos muchos de vosotros que están en íntimo contacto y relación con el Santo Cielo estáis teniendo momentos de elevación, de éxtasis, en que su almita se eleva al Cielo y están rodeados de amor, de calidez, de bienestar; pero como están aún en el mundo – sin ser del mundo – regresan y esto, en ocasiones, les hace más difícil estar en el mundo; porque ya sienten lo que es su destino postrero y es como si desde el más delicioso oasis regresaran a la tierra, al mundo y sienten aún más el calor del desierto, la sed de amor, el abandono en el que estáis por parte de vuestros hermanos y eso se vuelve doloroso.

Es como salir de una cárcel y volver a entrar, pero, Mis Pequeños, debéis estar centrados en la esperanza de lo que será para no dejar de ser nunca más.

Son los estertores finales del dragón maligno que lanza coletazos porque ya sabe que en poco comenzará su agonía. Manteneos lejos del Mal, del Dragón, del mundo porque os atacará despiadadamente y no queréis estar allí.

Mis Niños, Mis Pequeños, todo lo que fue del mundo ya va quedando como una simple estela del mar, de la ola que pasó y deja apenas un rastro en la arena. Lo que es  el mar mismo es a donde vosotros os dirigís, ¿lo podéis comprender?

Dejad ya el pasado que no es más que una ola que pasó.

Muchos de vosotros no pudisteis lograr lo que hubieseis querido en el mundo, pero debéis entender y comprender que el Maligno se ensañó con los Míos para que no pudieran regresar, llegado el momento.

Los ha bloqueado en todos sus intentos y anhelos. Los fue matando poco a poco y todo lo que atesorabais se los quitó, pero, Mis Niños, a pesar de todo ello habéis regresado al Padre y vuestra dicha será inconmensurable, pero debéis esperar un poco más y el Cielo será una realidad y el mundo habrá sido como un mal sueño, porque Cielo y tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán. Y ahora se cumple la palabra y vosotros sois testigos de ello.

Tened paciencia y manteneos fieles y dejad que la bendita esperanza inflame vuestros corazones que vuestra liberación se acerca, que Mi Amadísimo Hijo se aproxima y es esta generación, la más mala de todas y al tiempo la mas bendecida porque en ella veréis las Bodas del Cielo con la tierra.

Esperad, Mis Hijos, y confiad que veréis las maravillas del Señor en poco. No os desesperéis pensando que no ha de llegar, que es un truco del Maligno hacerlos caer en descrédito y busca como hacer menguar vuestra fe, pero no lo podrá hacer, porque ya habéis paladeado el Cielo y ningún alma que haya probado lo que es el Cielo podrá conformarse jamás con los falsos espejismos de lo material, de lo pasajero, de lo fugaz e ilusorio que es lo que hay en la tierra.

(HABLA NUESTRA SANTÍSIMA MADRE)

Hijitos, esperad por Mi Amadísimo Hijo que viene a recoger Su santa cosecha, que viene por Sus ovejas, que viene por Sus hijos.

Esperad en amor, en gracia, en oración, en santidad que Mi Amado Hijo viene por los suyos.

No permitáis que la duda, como gusano, entre en la buena cosecha que sois vosotros.

Esperad, Mis Pequeños, que se acerca vuestra final liberación.

(HABLA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO)

Mis amados, por el amor que Me dais os agradezco; por el consuelo con que Me regaláis os agradezco; por los tiempos que dedicáis enteramente a acompañarMe en este Getsemaní en el que veo con suma tristeza el cinismo y la indiferencia de vuestros hermanos os aprecio grandemente por ello.

No desesperéis pensando que no He de venir, que el mal seguirá aplastando a los Míos, porque no lo hará.

Es tan corto el tiempo, Mis Niños,  (en que) vosotros veréis lo que generaciones ansiaron y temieron.

Sólo debéis esperar y no permitáis que la duda entre en vosotros, que es el Maligno quien la siembra; pero sois vosotros los que permitís que se extienda como la mala hierba. Cortadla de raíz oponiendo la pequeña frase «Jesús en ti confío», confiad y no dudéis, que la duda es semilla del Maligno. ¿Lo podéis comprender? Tanto habéis superado, tanto habéis aguantado y soportado que no vayáis a caer tan cerca del final; por ello os advierto: veáis lo que veáis sepan que son los estertores finales del agónico dragón y que vuestra liberación es inminente.

Os Amo,

Su Jesús.

HDDH

(Julio 11)

Año del Señor 2013

Y María del Getsemaní

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